Plazuela 27 de Septiembre.



Espacio emblemático de Los Mochis, la plazuela 27 de Septiembre resalta como uno de los mas encantadores rincones de esta hospitalaria de ésta, hasta hace poco “ciudad cañera”.

Poblada de verdor y el escandaloso gorjeo de las aves vespertinas, por las noches luce como un nido de luces que acoge a los paseantes y las parejas de enamorados que pululan entre cuidados prados y los aromas de los “puestos” antojitos y los churros rellenos. Aproximadamente en el año de 1919 se comenzó la construcción de la Iglesia del Sagrado Corazón, y a la salida de ésta se estaba comenzando la planeación de una plazuela.
El síndico en el año 1920, Daniel Ascencio, se hizo cargo de el control y dedicó su tiempo a la fulminación del proyecto y en mejorar las condiciones del lugar que ya se consideraba un pequeño parque.
Corría el año de 1922 y esta hoy progresista ciudad “donde las palmeras tocan al cielo” era apenas una población incipiente que se erigía en torno a las humeantes chimeneas del ingenio azucarero que le dio vida.

La evolución de este centro de recreo y esparcimiento familiar fue lenta. Bulliciosa la población crecía aumentando el número de pobladores y la demanda de servicios elementales para dotar a las viviendas que brotaban en forma casi frenética, demandando la atención hacia otros sectores.
Fue asi que, poco a poco el antiguo Parque de la Sinaloa, fue sufriendo transformación tras transformación, generación tras generación, cambios y modificaciones que la llevaron a ser lo que hoy es un orgullo para los mochitenses y el deleite y admiración de los visitantes.
El presuroso crecimiento de la ciudad ha llevado a la Plazuela 27 de Septiembre a ubicarse en un sector comercial y turístico progresista en donde la magia de la plaza provinciana no puede pasar desapercibida para los vecinos y para quienes llegan de fuera.



No hay comentarios:

Publicar un comentario